El día lunes fue el último entrenamiento de Guido Herrera cedido al fútbol de Turquía,después de cuatro años en los que pasó de ser alguien que venía de quedar libre del Belgrano de Zielinski y había amargado a “la T” con sus buenas actuaciones con Defensores de Villa Ramallo a ser ídolo y muy querido por el hincha albiazul.
Llegó a Barrio Jardín en el 2016 y hoy 2020 deja la institución siendo un arquero completo y con todos los honores.
Su último partido ante Huracán, el 15 de marzo pasado, lo inició atajando un penal que, segundos después, derivó en el 1-0 parcial, el inicio de una goleada (3-0) que clasificaria a la Copa Sudamericana 2021. Atrás quedaron los 126 partidos y los 56 en los que mantuvo la valla invicta (sí más del 50%), los seis penales atajados, el gol que marcó ante Olimpo (fue el 2-2 clasificatorio a la Libertadores 2019) y una asistencia (a Palacios en el gol ante Banfield en 2019).
Mauricio Caranta recibirá la posta de quien llegó como apuesta y para ser su relevo,ex de Instituto, Lanús, Boca y Central, entre otros, había llegado como uno de los fichajes estrella de la era Fassi para que Talleres volviera a Primera. Jugó los primeros partidos de la B Nacional 2016 y tras recuperarse de una lesión, perdió la titularidad a manos de Herrera.
Caranta atajó poco, pero resultó un gran ejemplo a seguir para el joven arquero, en la profesionalidad y hasta el liderazgo. En el crecimiento de Herrera tuvo mucho que ver Mauricio Caranta.
Hoy Caranta tendrá la chance de atajar y de terminar así su carrera (colgaría los guantes en diciembre). Será difícil la vuelta por la inactividad ya que jugó apenas dos partidos en la última temporada.
La transición en el arco albiazul será un gran desafío para Fassi y para DT Alexander Medina. Con ambos arqueros, el primer equipo estuvo cubierto por cuatro años. Lo que viene será muy importante para Talleres: después del torneo Adaptación y de la Copa Argentina, vendrá la Copa Sudamericana 2021 y el certamen largo de la liga.